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HABLAR LA LENGUA DE DIOS

A diario nos encontramos metidos en apuros porque no entedemos el sentido de lo que ocurre a nuestro alrededor. Nos parecen injustos ciertos sucesos; y no digamos nada cuando se trata de la muerte de algún ser querido… Pero es que no entendemos el lenguaje que Dios habla. Por eso los niños nos ayudan a plantear cuestiones a Dios y a escuchar las respuestas… ¡¡¡que es lo más difícil!!

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• ¿Crees que Dios habla nuestra lengua? ¿Nos habla a la “mente”, a la razón?
• ¿Sabemos ver e interpretar lo que sucede a nuestro alrededor?
• ¿Vivimos con tanta prisa que pedimos a Dios la misma velocidad de respuesta que le exigimos a nuestro ordenador?
• ¿Tratamos a Dios como si fuera un “coleguilla” nuestro?